HONG KONG.- Miles de hongkoneses regresaron hoy domingo a las calles de la ciudad en una protesta contra los comerciantes de la China continental cercanos a la frontera y que finalmente terminó con decenas de personas arrestadas por la Policía.
Aunque la protesta comenzó de forma pacífica, entrada la tarde algunos manifestantes se salieron de la ruta acordada y lanzaron cócteles molotov a los agentes, lo que provocó que estos respondieran con gas lacrimógeno.
La intervención de los antidisturbios concluyó con decenas de detenidos, informa la prensa local.
Los manifestantes se habían reunido en Sheung Shui, a sólo unos minutos en coche de la frontera con China, donde los residentes locales se han quejado durante años de las molestias causadas por los comerciantes de la China continental que compran allí productos para revenderlos.
La práctica, conocida como «comercio paralelo», permite a los comerciantes obtener ganancias a partir de las diferencias de precios entre China continental y Hong Kong, que, a diferencia de China continental, no cobra un impuesto a los bienes y servicios.
Los residentes locales se encuentran en peor situación debido a la práctica, ya que el distrito se ha inundado de estos comercios, y muchas tiendas antiguas han cerrado siendo reemplazadas por farmacias y tiendas de cosméticos que atienden a los comerciantes.
La protesta transcurrió por las principales calles del distrito, donde los manifestantes corearon consignas contra los compradores, quienes durante la última década han estado cruzando la frontera para recoger artículos del día a día, desde leche de fórmula para bebés hasta cosméticos y bombones de chocolate, revendiéndolos en China.
«Debemos decirles a estos comerciantes que esta es nuestra casa», comentó un residente al rotativo South China Morning Post.
Los manifestantes instaron al Gobierno a que limite el número de turistas chinos que visitan la ciudad para evitar el encarecimiento de los productos que se venden en el distrito, especialmente antes del Festival de la Primavera o Año Nuevo Chino, que este año cae el 25 de enero.
El concejal de distrito prodemocráta Chan Yuk-ming, uno de los organizadores de la protesta de hoy, declaró al mismo diario que los residentes locales se han visto obligados a salir a las calles porque el Gobierno no está tomando medidas para atajar el problema.
«Se supone que es su responsabilidad regular a los comerciantes, pero todo el peso cae sobre nosotros», dijo Chan.
Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
No obstante, los meses de protestas han colocado a la economía de Hong Kong en recesión por primera vez en una década, tras contraerse un 2,9 % en el tercer trimestre, afectada por las caídas de las importaciones y las exportaciones, de las ventas al por menor y por las decrecientes cifras del turismo.
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