La polémica entorno al informe presentado por el Gobierno de Chile sobre la supuesta injerencia extranjera en el contexto de su crisis social se ha reavivado esta semana. Pero esta vez el objeto de la controversia no es su contenido, sino su autoría y la hasta ahora oscura relación entre quien lo elaboró, la compañía española Alto Analytics, y quien lo recibió: la Agencia Nacional de Inteligencia de Chile (ANI).
La incógnita surge de un comunicado oficial emitido por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública del Gobierno de Chile, que indica que fue la firma española quien “puso a disposición de la ANI” el informe en cuestión, pero no aclara los motivos de esa entrega, ya que en la propia nota informativa, el ministerio insiste en que “el informe no fue encargado por el Gobierno de Chile ni financiado con recursos públicos”.
Una oscura reunión destapada por la prensa
Según una información revelada este martes por el medio chileno Interferencia, a lo largo del lunes 2 y el martes 3 de diciembre habría tenido lugar, en las instalaciones de la ANI, una reunión entre representantes de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior y de la propia agencia de Inteligencia, a la que también habrían acudido tres personas más: el entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, un representante español de Alto Analytics, y una figura especialmente relevante en esta secuencia de hechos: el exministro de Interior y Defensa y ejecutivo del consorcio empresarial Grupo Luksic, Rodrigo Hinzpeter.
El objetivo de esta reunión habría sido exponer las principales conclusiones del informe de Big Data que pocas semanas más tarde el Ejecutivo de Sebastián Piñera presentaría al público como “información extraordinariamente sofisticada” sobre la participación extranjera en las protestas.
Reacción de la empresa intermediaria
A raíz de la publicación de estos detalles, Quiñenco, empresa matriz del Grupo Luksic en la que trabaja el mencionado exministro Hinzpeter, quiso desmarcarse de la polémica asegurando, en otro comunicado oficial, que se limitaron a “poner en contacto a ese proveedor [Alto Analytics] con autoridades del Estado, para su propia consideración y evaluación”.
En el mismo comunicado, difundido por el propio Andrónico Luksik, presidente de Quiñenco, aseguran que conocen a la firma española desde que la contrataron para “el monitoreo de información política” tras sufrir un intento de atentado en julio de 2019, y que fue “la alta capacidad de análisis que demostró Alto Analytics” lo que les motivó a facilitar la conexión de esta firma con el Gobierno.
Desde Quiñenco aseguran ignorar, en todo caso, “si el Estado contrató los servicios de Alto Analytics”, así como el contenido del informe que se hizo público. De lo que se desprende que tampoco esta empresa habría encargado ni pagado la confección de dicho informe.
Venezuela, Cuba, Rusia… y hasta el K-Pop: claves de un informe desestimado por la Fiscalía
Desde su presentación al público, el informe sobre la injerencia extranjera en Chile ha sido motivo de polémicas y de abundantes burlas.
Para su elaboración, según detalló en su día el Gobierno de Sebastián Piñera, se analizó el comportamiento de cinco millones de usuarios de las redes, que generaron 60 millones de comentarios entre el 18 de octubre, cuando se decretó el estado de emergencia, y el 21 de noviembre, dos días después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigiera medidas de reparación ante el uso excesivo de la fuerza de Carabineros.
Las conclusiones de este trabajo, ampliamente criticadas desde las redes sociales, llegan a apuntar, como agentes intensificadores de la crisis, a los aparatos estatales de Cuba, Venezuela o Rusia; a personajes públicos como el cantautor español Ismael Serrano o la cantante chilena Mon Laferte; e incluso a los fans del K-POP (un género musical de origen coreano), así como a la cobertura mediática de canales como RT o Telesur.
El documento, de 112 páginas de extensión, no fue tenido en cuenta por la Fiscalía de Chile, que ni siquiera llegó a ponderar su valor probatorio. El Ministerio Público se limitó a aclarar que el carácter secreto del documento “imposibilita incorporarlo en cualquier investigación penal”.
¿Qué es Alto Analytics?
Alto Analytics es una empresa fundada por el español Alejandro Romero, con oficinas en Madrid, Washington D.C. y Sao Paulo, y en cuya web afirman dedicarse a convertir “miles de millones de puntos de datos públicos en ciberinteligencia accionable para una mejor y más rápida toma de decisiones”.
Algunos de sus informes de los últimos años insisten en otorgar un rol relevante a medios rusos como RT o Sputnik en acontecimientos políticos o sociales que han generado polarización ideológica, como el Brexit, las elecciones italianas o el proceso independentista en Cataluña.
Su trabajo sobre las protestas en Chile, a tenor de lo revelado en las últimas jornadas, es en gran medida una incógnita: nadie se hace responsable de haberlo solicitado, y nadie reconoce haber pagado por él. Así las cosas, Alto Analytics habría elaborado por iniciativa propia este informe y lo habría entregado desinteresadamente a la Inteligencia chilena. Tras varios intentos infructuosos de contactar con Alto Analytics y con su director, Alejandro Romero, este medio no ha podido obtener de la firma española ninguna aclaración al respecto.
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