El vicepresidente asiste a un acto “Latinos con Trump”. Selfies sobre un autobús que recorre Iowa con carteles “Mujeres con Trump”. Entrenamiento de voluntarios en una actividad llamada “Voces negras con Trump” en Filadelfia.
La gente de Donald Trump está movilizándose para ganar adeptos más allá de su base de votantes blancos de clase obrera que lo llevaron a la presidencia en el 2016.
Consciente de que necesitará captar nuevos votos para ser reelegido en noviembre, su campaña está intensificando sus esfuerzos por cortejar sectores que le han sido adversos como los hispanos, los afroamericanos y las mujeres.
Los republicanos esperan que esta campaña tenga mucho más impacto que su “Coalición Nacional por la Diversidad” que pasó casi inadvertida hace cuatro años.
“No hay punto de comparación entre el 2016 y ahora”, aseguró el portavoz de la campaña Tim Murtaugh, quien describió los esfuerzos como “una iniciativa importante”, con personal abocado exclusivamente a esas tareas, recursos y un presupuesto que se espera sea de decenas de millones de dólares.
Agregó que se están formando “coaliciones bien financiadas y organizadas para cortejar a los votantes que tenemos en la mira. Bien sabemos que los republicanos nunca tuvieron campañas fuertes para atraer otros sectores”.
En una muestra del énfasis que se está poniendo en esta operación, una nuera de Trump, Lara Trump; una alta asesora de la campaña del mandatario, Mercedes Schlapp, y la secretaria de prensa Kayleigh McEnany participaron el jueves en al lanzamiento de una gira en autobús por Iowa que procurará cortejar el voto femenino a partir de talleres, mesas redondas y charlas. Iowa es el estado donde dentro de tres semanas se pondrán en marcha las primarias demócratas.
El vicepresidente Mike Pence, por su parte, se presentó en el acto “Latinos con Trump” en la Florida, un estado clave para Trump. El acto se hizo en la iglesia evangélica Nación de Fe de Kissimmee, parte de una gira de Pence en bus por el estado.
“Vamos a ser elegidos por otros cuatro años y Latinos con Trump van a marcar el camino”, afirmó Pence ante unas 400 personas que asistieron el acto. El vicepresidente subrayó que la tasa de desempleo de los hispanos es muy baja y la postura de su partido contra el aborto.
En otro estado reñido, Pensilvania, unas pocas decenas de personas se presentaron en la Primera Iglesia Bautista Immanuel de Filadelfia para participar en una charla “Voces Negras con Trump”, sobre el impacto del presidente en la comunidad afroamericana. El pastor de la iglesia abrió la charla pidiendo que “Pensilvania vuelva a ser grande”.
Estas actividades mucho antes de que los demócratas sepan quién será su candidato ponen de manifiesto lo diferente que es la campaña de Trump en relación con la del 2016. Mientras Washington se enfoca en el juicio político del presidente, su campaña se esfuerza por captar votos esquivos, de gente que no votó por el mandatario hace cuatro años.
Hay mucho terreno que cubrir.
Trump sacó apenas el 6% de los votos de los negros en el 2016, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew. Y las encuestas indican que los negros desaprueban casi unánimemente la gestión de Trump. Solo uno de cada diez opina que lo está haciendo bien, según Gallup.
También perdió por amplio margen entre los hispanos y las mujeres, que siguen estando menos inclinadas que los hombres a votar por él.
Sus aliados, no obstante, insisten en que Trump ha ganado respaldo en esos sectores, que no se ve reflejado en las encuestas tradicionales.
“No se puede ver estas encuestas como un referente porque ignoran a mucha gente”, sostuvo Parid Dennar, de la coalición que busca el voto de los negros. “Estamos logrando progresos”.
Los detractores de Trump lo acusan de racista y dicen que no le interesa la comunidad negra. Dennard, no obstante, afirmó que la iniciativa de la que participa es una “prueba” del compromiso del mandatario con esa comunidad.
La campaña dice que lleva invertidos un millón de dólares en esfuerzos por cortejar el voto negro.
En el 2016 Trump buscó el voto negro con la consigna “¿qué tienen que perder?”, pero sus partidarios dicen que ahora tiene toda una historia que lo avala, incluido un bajo desempleo entre los negros, inversiones en universidades históricamente negras y una reforma al sistema judicial que tuvo apoyo de los dos grandes partidos.
“Está ampliando su alcance, de eso no hay dudas”, manifestó el vocero de la campaña Murtaugh.
Además de hispanos, afroamericano y mujeres, la campaña también corteja a los veteranos de combate y los evangélicos, dos sectores entre los que Trump es popular.
Diario Libre