Uno de los artistas emblemáticos del merengue de los años 80 partió de este mundo el pasado sábado 18 de enero del 2020 tras ser hospitalizado de emergencia por una falla renal y un accidente cerebral. Jerry Vargas falleció a los 63 años dejando atrás grandes éxitos que marcaron la denominada época dorada del merengue. Sin embargo, su muerte y posterior sepultura estuvieron alejadas de los lujos que de su carrera.
Tras años alejado se los escenarios, el merenguero conocido como El Nazareno vivió en la pobreza, algo que se refleja en su última morada.
El diputado y comunicador José Laluz dio la voz de alerta tras hacerse eco de una imagen compartida en Twitter por el usuario Luis Miguel Gutiérrez. Allí llamó la atención a los artistas para que no malgasten los recursos.
“Los artistas deben recibir asesoría para que cuando se retiren, el gobierno no tenga que nombrarlos con una botella en el exterior o pagar sus cuentas de pensión, hospital o funeraria”, escribió el también comunicador ante la cuestionante de porqué el Ministerio de Cultura no había ayudado en las honras fúnebres del músico.
Pocas figurasdel merengue, reaccionaron ante la muerte de “El Nazareno” en las redes sociales, a excepción de Kinito Méndez, Alex Bueno y Silvio Mora que sí mostraron su tristeza por la pérdida de su colega.
“El merengue perdió ayer a un gran exponente, un gran artista, un gran cantante, un gran ejecutante y mejor ser humano nuestro: Jerry Vargas El Nazareno. Nos unimos al dolor que embarga a sus familiares y todos sus seguidores. Ve tranquilo Jerry a tu encuentro con Dios, que aquí tu música te mantendrá vivo por los siglos de los siglos. Amén”, escribió Kinito en su cuenta de Instagram.
Para Silvio Mora, con el fallecimiento de Jerry “una estrella se ha ido”.
“Que Dios reciba el alma de Jerry Vargas con amor y le dé descanso eterno”, expresó Alex Bueno.
Jerry Vargas conformó su propia orquesta que ganó popularidad con temas como “Ojos lindos”, “Teorema de amor”, “Siempre te amaré”, “El borrachón”, “Ámame”, “Quiero mi pueblo”, “El cilantro”, “El huevero”, “El desengaño”. Pero, su adicción a las drogas dañaron su vida y su carrera artística. En 1995 vino al país muy enfermo y se internó junto con uno de sus coristas, Raúl Silfa, en Hogares Crea. Con serios problemas económicos, hasta la hora de su fallecimiento residía en el Residencial Brisas del Este.
Diario Libre