Últimamente parece que Rusia solo exporta a Occidente ataques informáticos y campañas de desinformación. Sin embargo, la carrera informática del gigante asiático comenzó con un software que lleva más de tres décadas enganchando a generaciones y provocó una titánica lucha entre empresas. Tal es su importancia que, incluso, se ha estudiado su efecto sobre nuestro cerebro. Hoy se cumplen 32 años de su entrada en el mercado occidental.
El Tetris se gestó en la fría y hermética Unión Soviética de principios de los 80 de la mente del ingeniero Alexey Pajitnov de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética y por el (por aquel entonces) joven estudiante de la Universidad de Moscú, Vagim Gerashimov (actualmente empleado de Google).
Gerashimov estaba ayudando por aquel entonces a otro ingeniero a convertir juegos para ordenadores personales. Fue a través suyo que entró en contacto con Pajitnov, quien había desarrollado algunos juegos de corte psicológico e, incluso, había logrado venderlos. Desarrollar y vender juegos tras el Telón de Acero era algo altamente difícil… e irregular. “Nuestro plan era crear una docena de juegos adictivos para ordenador, y juntarlos en un sistema que íbamos a llamar Parque de Atracciones Informático”, según explica el propio Gerashimov en su blog.
Un día, Pajitnov llevó a una de las reuniones una idea que había tenido, basada en tetrominós cayendo dentro de un vaso rectangular y apilándose en el fondo. “Creía que el juego podría tener éxito”, asegura Gerashimov.
“Yo trabajaba con un Elektronika 60 (una imitación del miniordenador estadounidense PDP-11), con él juntaba todo tipo de puzles matemáticos y entretenimientos que me habían gustado durante toda mi vida desde que era un niño”, según confesó en su día Pajitnov al diario británico The Guardian. “El programa no era complicado”, recuerda el ingeniero. “No tenía puntuación ni niveles. Pero empecé a jugar y no podía parar”. Ahí entró en juego Gerashimov: suyo fue el diseño gráfico y la programación en ordenador portátil. De Pajitnov, la idea del nombre.
Comercialización
Su fama no tardó en extenderse por Moscú. De ahí saltó a Budapest, donde se reprogramó para Apple II. Estas versiones llegaron a oídos de Robert Stein, presidente de la compañía británica Andromeda. Este, sin contar con los derechos, se los revende a Mirrorsoft UK y a su afiliada Spectrum Holobyte. El 29 de enero de 1988 lanzan su versión para ordenadores, que no tardaría en ser la más popular en Inglaterra y EE UU. Su precio ascendía a 34,95 dólares para PC y 24 para Commodore 64.
Finalmente, Stein llega a un acuerdo con los rusos (a través de la compañía estatal ELORG), aunque solo para la versión PC. Ese mismo año, el juego recibiría el impulso definitivo. El año siguiente recibiría el empujón definitivo: Tetris se adjuntó en un cartucho de serie junto a la videoconsola Gameboy de la compañía japonesa Nintendo, lanzada en abril de ese año. Ahí fue cuando todo cambió, precisa Pajitnov a The Guardian.
El cerebro de aquella operación fue Henk Rogers, un editor de videojuegos holandés, que quedó fascinado por el videojuego en la feria Consumer Electronic Show de Las Vegas, en enero de 1988. “Mi primera impresión fue que el juego era demasiado sencillo, que no tenía nada. Pero luego volví y jugué otra vez. Y otra vez. Pronto me di cuenta de que pasaba algo; ningún videojuego me había enganchado tanto como aquel en una feria”, recuerda Rogers en The Guardian. Rogers consiguió la licencia y llegó a un acuerdo con el gigante japonés Nintendo. Como se suele decir, el resto es historia…
En 1996, Rogers y Pajitnov fundaron The Tetris Company. Su actividad principal, seguir licenciando el juego a distintas plataformas. La última, al estudio de desarrollo N3twork ha publicado un nuevo videojuego gratuito de Tetris para dispositivos móviles iOS y Android, que llega poco después que Electronic Arts anunciase el cierre de los servidores de sus versiones del juego de Alexey Pajitnov.
El País