Mascarillas faciales efectivas ¡y con ingredientes de la nevera

¿Estás con ganas de hacer un tratamiento en tu piel, pero no has tenido tiempo de comprar los productos adecuados? Pues no hace falta, porque, aunque no lo creas puedes hacer una mascarilla facial llena de beneficios con productos que seguramente tienes en tu nevera. El ingrediente principal serán los huevos.

Mira todos los beneficios

¿Conocías todos los beneficios que el huevo le puede aportar a tu piel si es el ingrediente principal de tu próxima mascarilla facial? ¡Pues vamos a contártelo!

En primer lugar, hidratará tu piel por su contenido en Luteína. Además, le dará color. Te ayudará a reafirmar y reparar los tejidos dañados por su gran cantidad de proteínas, a la par que te brindarán una dosis importante de elasticidad y de nutrición, haciéndola más saludable.

También, por su alto contenido en Vitamina A, te ayudarán a curar la piel seca, escamosa o con picazón. Por tener magnesio y zinc, retrasarás el proceso de envejecimiento de la piel. Los huevos tienen riboflavina, un nutriente que ayuda a eliminar los radicales libres que dañan las células y crean arrugas. ¡Y por si fuera poco, tratarás el acné y las espinillas! ¿Entonces qué esperas?

Manos a la obra

Para una simple mascarilla que combatirá el envejecimiento de la piel solo necesitarás 2 claras de huevo, 1 cucharada de miel y 1 cucharada pequeña de limón. ¡Presta mucha atención y separa las yemas de las claras en un pequeño recipiente! Una vez que tengas las claras bien separadas, agrégale la miel y el limón y mezcla bien. Lávate bien y sécate bien las manos y aplica la mezcla en tu cara mientras masajeas suavemente en círculos.

Déjala reposar unos 15 a 20 minutos en una posición relajada ¡Intenta no reírte o hablar para no tensar la consistencia de la mascarilla mientras se seca! Una vez que pasó ese tiempo, lávate la cara con agua tibia y sécate con una toalla bien limpia. Repítelo durante una semana y observa los resultados conforme pasan los días.

¿Y qué hago con las yemas?

Bueno, puedes prepararte un desayuno saludable, es cierto ¡Pero también puedes usarla para hacer otra mascarilla que ayudará si tu piel es grasa y tienes propensión al acné! Y es muy sencillo. Mezclarás las dos yemas con 1 cucharada y media de café molido y 1 cucharada de limón.

¡Tómate el tiempo de comprobar que todos los ingredientes queden incorporados! No servirá si tiene grumos de café. Una vez que hayas chequeado esto, aplicará sobre tu cara y el cuello bien lavados y déjalo reposar durante unos 15 minutos. ¡No necesitarás agua para sacarla! Debes hacerlo masajeando la piel con movimientos circulares y lentos, con mucho cuidado. Una vez que la hayas retirado por completo, enjuágate y sécate prolijamente y si quieres puedes ponerte tu habitual crema hidratante ¡Ya verás que bien se siente!

Diario Libre