Cardioscritura: escribir a mano para sanar el corazón

En el trabajo, el ordenador; para quedar con tus amigos o recordarle a tu pareja que saque los filetes del congelador, un mensaje de Whatsapp; e incluso es posible que para cosas tan sencillas como hacer la lista de la compra tengas una tabla de Excel o una nota en el móvil, ¿te suena?

Escribir a mano en la era digital no se lleva. De hecho, se estima que un 80 % de la gente ha dejado de hacerlo y que en menos de 25 años no sabremos escribir manualmente. Así lo afirma la periodista Irene Fernández, creadora del taller Cardioscritura.

“Se trata de un taller de 8 horas para retomar el hábito de escribir a mano, algo que ha demostrado tener enormes beneficios a nivel cerebral”, expone Fernández.

“La escritura es una poderosa herramienta neuronal que tenemos, nunca mejor dicho, en nuestras manos. Al hacerlo conectamos el hemisferio izquierdo con el derecho y esto permite mejorar la memoria y el aprendizaje“, explica.

Pero escribir a mano no solo tiene ventajas a nivel cerebral; sino que para nuestro bienestar emocional, como explica la periodista, también puede resultar muy sanador. “Es una forma de sincerarte y expresar aquello que no te atreves a decir al otro. También ayuda a perdonar y olvidar, aunque pase el tiempo y no hayas hablado con esa persona con la que tienes algo pendiente, el hecho de haberlo dejado por escrito, te va a liberar de una carga muy pesada”.

Metodología del taller Cardioscritura
Como explica la periodista, al comienzo del taller se les entregará un cuaderno en el que irán realizando los ejercicios. Habrá un tiempo para hacerlos y después los textos serán leídos en voz alta. “Propondré unos temas que a todos nos puedan preocupar y serán los asistentes, a través de una votación, los que los elijan cuáles quieren tratar”.

“También se les hará un estudio grafológico que les llegará al correo un mes más tarde, y se llevarán también unos ejercicios para hacer los 40 días posteriores al curso: 40 preguntas sobre temas que yo les propongo”, añade.

La creadora del taller de Cardioscritura propone también a quienes acudan el sábado llevar una plantita con el fin de crear un “bosque de las plantas”.

La idea es, como cuenta a EFEsalud, “que al final se lleven otra distinta a la que han traído, algo que en psicología llaman anclaje, un recuerdo de la experiencia que te motiva después en casa a seguir trabajando”.

EFE