Nada mejor que LA LENGUA cuando es usada para bendecir, alagar, decir la verdad, edificar, motivar y dar aliento. En se mismo tenor, nada peor que LA LENGUA cuando es usada para maldecir, criticar, denostar, murmurar, chismear, calumniar, mentir, ente otras muchas cosas. Y es que, la VIDA y la MUERTE está en el poder de la lengua (Proverbios 18:21; Mat. 12:37). Iniciamos esta serie de reflexiones sobre la lengua, poniendo de manifestó la descripción que hace la Biblia acerca de la Lengua:
1. La lengua es un fuego (Sant. 3:6)
2. La lengua se jacta de grandes cosas (Sant. 3:5)
3. La lengua es un mundo de maldad (Sant. 3:6)
4. La lengua contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación (Sant. 3:6)
5. La lengua es inflamada (encendida) por el infierno (Sant. 3:6)
6. La lengua es indomable (Sant. 3:8)
7. La lengua está llena de veneno mortal (Sant. 3:8 cf. Rom. 3:13)
8. El espejo del corazón (Mat. 12:34; Lucas 6:45)
No sé si exista un virus, o un arma química que pudiere ser más destructiva que una lengua que no esté sujeta a la voluntad de Dios. Por lo cual, creo que la lengua impone la necesidad de un cuidado constante y escrupuloso, aunque esto resulte extenuante, porque de otra manera estaremos llamando a la calamidad, a la ruina, a la disputa, y cuestiones adversas y catastróficas a nuestras vidas (Prov. 13:3; 17:19). Dios nos ayude.