Los Pastores Disidentes

En los años de los 60 bajo las ideologías de los sectarismos en bloques, en la que el mundo pos segunda guerra mundial, se estaba definiendo y diferenciándose en izquierdas, derechas y centros; la iglesia en vez de desvincularse del sistema mundanal reinante, se arrodilló a servirle a estas ideologías, como riel para sus difusiones y estacionamientos de sus plataformas. Esto sin dudas, trajo el cisma en la teología como la liberal y la conservadora; subdividiéndose en la alta crítica y el fundamentalismo. Estas fisuras marcaron y ataron a muchos servidores del reino; que no tuvieron las agallas paulinas de refutar y disentir abiertamente contra estas facciones teológicas; sino que acabaron bajo las guillotinas de ellas.

Pero la providencia de Dios, levantó hombres que disintieron pública y abiertamente contra estos dos extremos teológicos; y fueron llamados despectivamente pastores disidentes; ¿Por qué? Porque se negaron a participar en cualquiera de los dos grupos, porque ponderaron que ambos grupos estaban engañados en sus propias opiniones; y que aún, usando la Biblia eran más antibíblicos que Balaán. Pastores disidentes pero no reaccionarios intransigentes; pastores disidentes pero no divisionistas; pastores disidentes pero respetuosos de las posturas del contrario; aunque abiertamente opuestos a las agendas encubiertas de la prepotencia y el orgullo.

Los pastores disidentes no se apandillan, ni se molestan cuando las opiniones contrarias se airean en un foro, incluso los disidentes se nutren y aprovechan los debates para sus crecimientos personales y ministeriales; los disidentes no son intolerantes e intransigentes, La disidencia no es una conducta, sino una agenda de acción estratégica propia del pastor que tiene criterios evangélicos, y posiciones apostólicas; que con destrezas sabe usarlas y aplicarlas, para generar una oposición que provoque una disconformidad edificativa a sus contrarios; la disidencia es un arte de despertar a las masas y a lo popular a una reflexión sin dañar la persona del contrario, ni perder el testimonio de Cristo; es la alarma a un grupo de pensamiento homogéneo, de que existe otro pensamiento heterogéneo; es lo que provoca disconformidad con lo formal y aceptado sin cuestionar; es lo propio de una crisis provocada sabiamente a lo personal, para que se produzca el diálogo y la concertación en pro de lo colectivo; la disidencia no es intolerancia sin sentido de un recalcitrante, sino la firme convicción evangélica y apostólica contra las posturas sin el sentido del reino de los cielos.

Los pastores mal llamados disidentes, tiene que pagar con gozo el alto costo de ser mal entendidos, despreciados, abandonados y marginados; porque estos disidentes solo tienen un paradigma que es Jesucristo, una regla de fe que es la Biblia, una norma de conducta que es el Evangelio, y una meta integral e integrada que es el reino del Ya, todavía No.