CORONAVIRUS: LA FE

La fe en Jehová de los Ejércitos, es suficiente, eficiente y eficaz, nunca nadie ha sido decepcionado cuando puso su confianza en el Dios que hizo los cielos y la tierra. La fe en Jehová es sinónimo de victoria, hay esperanza se confía en Jehová El Todopoderoso. David dijo: «Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Salmo 34:5» y el Señor endosa el pensamiento del Salmista, cuando añade: «y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí. Isaías 49:23»

Es la fe en el Dios Vivo que nos lleva a creer y a decir: «Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Rom. 8:31» «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Salm. 46:1-3»

En estos días del CORONAVIRUS, donde la receta obligada para todo ser humano es la cuarentena, el confinamiento aumenta las presiones, los miedos, multiplica las amenazas y otras cuestiones, ¿Qué hacer para tener paz en el confinamiento, y nuestro horizonte se torne lleno de esperanzas? La respuesta es una sola, creer en Jesucristo, quién es Dios sobre todas las cosas. Jesús dijo: Al que cree todo le es posible. Marcos 9:23.

Muchas cosas pudiéremos decir acerca de la fe en Jesús, pero esta vez, dejaremos la Palabra de Dios que hable por sí misma, a fin de que veamos la eficacia de la fe en Dios: «que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Hebreos 11:33-35» Así que, en la era del CORONAVIRUS, digamos como el salmista: «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4» Dios nos ayude.