El Choque Cultural Inverso (CCI) engloba todos y cada uno de los problemas y dificultades emocionales a los que se va a enfrentar un migrante que ha tenido que regresar a su país de origen.
Por el peso emocional que esto conlleva, también se considera como una segunda migración, pero con mayores consecuencias que la primera, ya que luego del esfuerzo por adaptarse a una cultura diferente, por alguna razón debe retornar a su país. Dicho proceso acaba teniendo un costo emocional grande que puede terminar en un cuadro depresivo.
Así lo afirman expertos como el doctor Sandro Mazzucato, sicólogo deportivo y quien ha atendido en su consulta a pacientes que presentan este cuadro depresivo.
Los síntomas en cada persona son diferentes y no todos los sufren en la misma proporción, de hecho, no todos los notan. Puede que asocien emociones como depresión, insomnio, sentimientos de fatiga, incertidumbre, niveles de angustia elevados, ataques de pánico e irritabilidad emocional, a un evento del momento, y en otros pasa hasta desapercibido que estos síntomas se asocien al esfuerzo que hacen por reinsertarse nuevamente a lo que conocían como suyo, por lo que volver a ese escenario no debería implicar dificultad.
Sin embargo, todo va a depender de qué tan buena fue la experiencia viviendo lejos de su patria y las esperanzas con las que se regrese a su tierra natal.
“Todo se desembocará a partir de las expectativas que tenga la persona, de la capacidad para sobreponerse en lo económico, en lo afectivo, en lo emocional y en sus relaciones interpersonales. El choque tendrá mayor o menor impacto según la capacidad que tenga el sujeto para adaptarse”, afirma el doctor Mazzucato.
A dicho listado se suman los dominicanos que se van y regresan luego de haber estudiado fuera del país, los que han decidido regresar luego de vivir una temporada fuera y los deportados.
Para Pamela Benítez, sicoterapeuta y experta en estimulación del lenguaje, regresar a su país luego de estudiar fuera fue como una ruleta rusa.
“Cuando llegué a mi país fue como enfrentarme a lo desconocido otra vez. Es inevitable porque cada vivencia te envuelve y te exige ser una persona diferente quieras o no, y tienes que readaptarte. Estaba entusiasta, con nuevos bríos, pero a la vez me sentía desubicada y me preguntaba: ¿ahora qué sigue?”, dice.
Algo que también resulta cuesta arriba, sobre todo en el caso de los que regresan luego de estudiar fuera, es reinsertarse en el mercado laboral.
“No es fácil conseguir una oferta al instante a pesar de que tengas ya una especialidad, al contrario, es muy retador. Sin embargo, en mi caso particular, como ya había tenido experiencia previa, y por referencia cercana, tuve la oportunidad de insertarme un mes después de mi llegada, lo que no es común”, asegura Benítez.
Igualmente, para la especialista en Derecho Bancario y Mercado Financiero Carla Silverio, lo más difícil de regresar es darse cuenta el poco valor que se le da a la preparación en algunas empresas dominicanas y que se ve reflejado en la remuneración salarial.
“Fue difícil adaptarme al sistema en general. La forma de vivir en un país desarrollado es totalmente diferente. Cuando regresé me di cuenta de manera más detallada de muchas precariedades que tiene nuestro país, sobre todo en materia de seguridad, y también en el tema de transporte, salud y tecnología”, comenta.
“No fue fácil regresar, ya que llegué con muchas expectativas sobre lo que quería y todavía quiero lograr. En el aspecto salarial, por ejemplo, me parece que el país debería ofrecer mejores oportunidades a los profesionales jóvenes pues entiendo que este es uno de los principales motivos de la fuga de talento que existe”, agrega Silverio.
Los síntomas del Choque Cultural Inverso se reflejan tanto en la salud física como emocional, siendo la irritabilidad emocional el mayor reflejo de que la adaptación se está volviendo cuesta arriba.
Si siente que está sufriendo algunos de estos síntomas, que igualmente pueden dispararse con la crisis de salud que se vive en la actualidad, puede que estos consejos le sean útiles para controlar la ansiedad:
• Baje sus expectativas: quiere decir que no delegue toda la felicidad en el regreso; no piense que el proceso de regresar o la repatriación es la solución a los problemas que tiene.
• Reconozca que le corresponde todo el proceso de adaptación, es decir, que no va a llegar a algo conocido, sino que nuevamente va a entrar en un proceso migratorio.
• Reunirse y estar con personas que estén en esa misma situación de retorno. Ahí puede compartir las experiencias dolorosas, hablar de las carencias que está viviendo, intercambiar diversas situaciones que se están dando en el retorno. Esto va a permitir un acompañamiento de un grupo de personas que va a ser lo suficientemente empático para entender sus sentimientos.
Diario Libre