El papa Francisco exigió los obispos “que no cubran los abusos” y “que se juzgue a los abusadores” durante la misa que celebró este domingo en el estadio Rey Balduino de Bruselas, ante unas 30,000 personas.
“Con la mente y el corazón vuelvo a las historias de algunos de estos pequeños que conocí anteayer. Los escuché, sentí su sufrimiento como abusados y lo repito aquí: en la Iglesia hay lugar para todos, pero todos serán juzgados y no hay lugar para el abuso, no hay lugar para encubrir el abuso”, señaló Francisco en la homilía de la beatificación de la mística española, Ana de Jesús, del siglo XVII.
“Pensamos en lo que ocurre cuando los pequeños son escandalizados, heridos, maltratados por quienes deberían cuidarlos, en las heridas de dolor e impotencia en primer lugar en las víctimas, pero también en sus familias y en la comunidad”, lamentó el Papa. “¡No encubran los abusos! Pido a los obispos: ¡no encubran los abusos! Condenen a los abusadores y ayúdenlos a curarse de esta enfermedad del abuso”, reclamó.
A continuación, el Papa rezó el ángelus y pidió “un inmediato” alto al fuego en Líbano tras condenar que “esta guerra tiene efectos devastadores sobre la población”.